El rugido de los motores de autos colmaban el ambiente el domingo mientras miles de amigos y seguidores a las carreras fueron al suburbio de Santa Clarita para rendir homenaje póstumo a Paul Walker, justo en el sitio donde el actor de las cintas Rápidos y Furiosos falleció en un accidente automovilístico el pasado 30 de noviembre. El homenaje iba a empezar al mediodía, pero la gente comenzó a llegar horas antes para depositar flores, velas, muñecos de peluche y otros recuerdos. Muchos llegaron a bordo de automóviles de gran velocidad y los ruidos de los motores acelerando sonaban cerca del lugar donde Walker y su amigo murieron. El acto concluyó ese día por la noche con un paseo por el área, 48 kilómetros al noroeste del centro de Los Angeles.
El rugido de los motores de autos colmaban el ambiente el domingo mientras miles de amigos y seguidores a las carreras fueron al suburbio de Santa Clarita para rendir homenaje póstumo a Paul Walker, justo en el sitio donde el actor de las cintas Rápidos y Furiosos falleció en un accidente automovilístico el pasado 30 de noviembre.
El homenaje iba a empezar al mediodía, pero la gente comenzó a llegar horas antes para depositar flores, velas, muñecos de peluche y otros recuerdos. Muchos llegaron a bordo de automóviles de gran velocidad y los ruidos de los motores acelerando sonaban cerca del lugar donde Walker y su amigo murieron. El acto concluyó ese día por la noche con un paseo por el área, 48 kilómetros al noroeste del centro de Los Angeles.
Walker, de 40 años, murió cuando el automóvil Porsche Carrera GT en que iba se estrelló contra un poste de electricidad y un árbol, provocando un fatal incendio. El amigo de Paul Walker y asesor financiero, Roger Rodas, quien conducía también perdió la vida. Las autoridades dijeron que la velocidad fue un factor decisivo en el accidente.
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El día de su muerte, Walker había ido a Santa Clarita para un acto de recaudación de fondos para la organización Reach Out Worldwide, que fue organizado para las víctimas del tifón en Filipinas. El evento se realizaba en la tienda de Rodas y los dos salieron al parecer a dar una vuelta por un rato en el automóvil deRodas.
El Porsche, de edición limitada, había pertenecido previamente al piloto del IndyCar Graham Rahal, quien dijo que era difícil de conducir. Walker, que fue el astro de cinco de las seis películas Rápidos y Furiosos, era el símbolo de la franquicia y se encontraba filmando la séptima cinta cuando murió.
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